FERNANDO GÓMEZ DE LA CUESTA
(Mallorca) Comisario independiente @gomezdelacuesta


Fernando Gómez de la Cuesta durante la charla virtual en el I Seminario on line.
Historias del Arte. Creación, curaduría,
coleccionismo y gestión. (14/04/2020)



“Tenía ocho proyectos en marcha y todos ellos se han cancelado”. Así de contundente es la realidad que nos describe Fernando Gómez de la Cuesta, comisario y crítico de arte contemporáneo al principio de su ponencia que, como no podía ser de otra manera, se inicia comentando las propias circunstancias que nos han traído hasta este Seminario. Confiesa sentirse perplejo ante el hecho de que sus notas para intervenciones similares hasta hace muy muy poco tiempo, ya no le sirven. La realidad ya no se ajusta ni se reconoce en ellas.

Gómez de la Cuesta nos presenta diferentes trabajos en los que ha participado. Participado creo que define bien lo que el comisario nos transmite acerca de que -sin dudar nunca de que, en el entorno artístico, lo esencial es el artista y su obra- una exposición es, siempre, un trabajo de equipo. Utiliza la expresión primus inter pares para definir la relación, no siempre clara, entre artista/comisario.

Nos comenta, detalladamente, algunos de sus proyectos destacables seleccionados bajo el criterio de mostrarnos que un comisario es siempre un comisario, sean cuales sean las circunstancias: con todos los medios a favor -tal y como ocurrió en Tabula Rasa o la (im)posibilidad de construir una generación, expuesta en Es Baluar de Palma de Mallorca- o en entornos tan precarios como su propia casa donde viene desarrollando el interesante trabajo Curatoria Air.

Gómez de la Cuesta apuesta por un arte comprometido, nada de medias tintas. Y es por ello que nos relata su experiencia con algunos artistas con los que ha colaborado y que, en su opinion, detonan -de manera más o menos sutil, con diferentes estéticas- lo convencional, haciendo que nos cuestionemos, desde dentro, el pensamiento situado. Se trata de Avelino Sala en The Global Symbol, en el centro Niemeyer (2018, Avilés); Martín y Sicilia en Perdona por las cosas que te dije en invierno en el Instituto Cabrera Pinto (2016/17, Tenerife)  y Amparo Sard en  Luz. La sombra del tiempo, en TEA (2017, Tenerife).

Desde su amplia experiencia, Gómez de la Cuesta, destaca la figura del comisario como una presencia líquida que se filtra por rendijas actuando a modo de sellador de fisuras y, añado -¿por qué no?- de lubricante, para que todo fluya holgadamente. Asimismo, nos alerta de que ser crítico no es fácil, exige un posicionamiento -yo los llamo maestros de la mano izquierda-, tarea nada sencilla cuando la dependencia institucional del arte es tan estrecha en nuestro pais. Termino con la reflexión que aporta el crítico, esencial en todo esto, acerca del papel del Estado en el mundo del Arte: no ha de ser un subvencionador sino un dinamizador siendo básica, también, la tarea de promover la pasión por el arte contemporáneo a través de la educación en las escuelas.

Preguntas que nunca le hice a... F. Gómez de la Cuesta


Hablas de la falta de profesionalización del trabajo de los críticos de arte y los comisarios (que no de profesionalidad) en el sentido de la imposibilidad de vivir de esto únicamente. ¿Sabes en qué situación se encuentran otros países en este tema? ¿De qué crees que depende mejorar la situación de estos profesionales?

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